Teóricamente, Sony debía lanzar al mercado en China la PlayStation 4 y la PlayStation Vita este 11 de enero de 2015, pero de forma análoga a lo que ocurrió con la consola X-box de Microsoft, parece que se va a demorar el
acontecimiento.
En septiembre del año pasado, la Xbox One experimentó un breve retraso en el lanzamiento de sus productos, pero una vez puesta en el mercado y hecho el lanzamiento, los medios de comunicación chinos dijeron que vendió 100.000 unidades durante su primera semana, aunque según los informes, Microsoft se negó a confirmar ese número. Está claro que el mercado chino supone un enorme pastel para las compañías de entretenimiento y Sony debía dar un gran paso en él con PlayStation este enero. Pero parece que al gigante tecnológico le han surgido algunos problemas.
“Las prolongadas negociaciones con las autoridades chinas fueron parte de la razón de la demora.”
«El lanzamiento oficial de PlayStation 4 se retrasará debido a varias razones», ha dicho Sony en un comunicado. La compañía agregó que la pre-venta de su producto en la región será suspendido, con efecto inmediato. Sony Computer Entertainment dijo que no se ha determinado una nueva fecha de venta aún, y una fuente de la compañía en China, dijo que las prolongadas negociaciones con las autoridades chinas fueron parte de la razón de la demora.
70 editores y otros desarrolladores ya están preparados para presentar contenidos de PlayStation para la región, incluyendo nombres de empresas occidentales como EA, Ubisoft, Take-Two, Warner Bros, Disney, Bethesda, y CD Projekt.
“Hace un año, China levantó la prohibición de las videoconsolas de juegos que había existido durante 14 años. Aunque la prohibición ha sido levantada, China sigue cumpliendo una dura normativa y mantiene el mercado bajo un estricto control.”
Hace un año, China levantó la prohibición de las consolas de juegos que había existido durante 14 años. Las consolas fueron prohibidas en China bajo una ley del año 2000 para proteger el bienestar mental de los niños contra la corrupción percibida. Aunque la prohibición ha sido levantada, China sigue cumpliendo una dura normativa y mantiene el mercado bajo un estricto control. La regulación de China impone una manipulación estricta sobre los materiales que sus censores creen que son violentos, obscenos o políticamente sensibles. Sobre la base de la Zona de Libre Comercio de Shanghai, los juegos deben pasar la inspección rigurosa realizada por las autoridades culturales.
Y aunque la situación avance lentamente, parece evidente que en un mundo cada vez más globalizado y conectado, este tipo de control tenderá a desaparecer. Y es que no tiene mucha lógica que en pleno siglo 21 esté prohibida la comercialización de determinados productos en el mismo país que fabrica y ensambla la mayoría de ellos.
