La Corte Suprema británica ha condenado a 3 años y medio de prisión a un John Fisher, de 46 años, acusado de continuadas prácticas pedófilas. Su víctima, una niña de 10 años, decidió fotografiarle con su consola portátil en plena agresión.
La instantánea ha sido prueba irrefutable para el juez, derivándose la confesión de Fisher, quien reconoció tocamientos a la menor entre enero de 2010 y noviembre de 2011.
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Constable Annabelle Bunn, detective a cargo del caso ha reconocido el mérito de la pequeña: «Fue lo suficientemente valiente como para acudir a la policía y darnos una explicación detallada de lo que había ocurrido. Aunque Fisher negó los hechos en un primer momento, el ver la imagen tomada por la consola portátil de su víctima le obligó a confesar lo evidente.»
La sobreexposición de los niños a las nuevas tecnología, concluye la detective, a menudo deriva en situaciones ventajosas como ésta. ¿Quién hubiera dicho que la cámara de una Nintendo DS capturaría instantáneas tan reprobables?
Via- La Informacion
